Lejos de ser un recuerdo paciffico, ni siquiera melancólico o tan siquiera doloroso... Su recuerdo tenia delirios fugaces de una virulencia inusitada que contrastaban con una calma enrarecida. Como las aguas como un plato de un mar proceloso que aguardan para enarbolar el análogo discurso de ese marinero amarrado en la taberna que da al puerto.
Su mirada meditabunda parece fijarse caprichosamente en aspectos casi aleatorios de dicho tugurio.
Y sin fulminante aparente que la pólvora prendiera estalla de golpe... Como un volcán desconocido, una tempestad incontenible que no atiende a razones, o de las cuales... Pareciera haber sufrido alguna traición imperdonable
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