martes, 10 de enero de 2023

Destartaladas Despedidas 2

Viajo al pasado en ese tiempo en que quedábamos y ahora somos tres. El dvuende de la gvarda, el loco en el tejado y zorro muerto y nos sorprendemos de vernos. Con longitudes diferentes de pelo. Obviamente con mucha menos barba, con colágeno mas terso ellos que yo y con una mirada distinguiblemente distinta que a todos nos plantea unas sospechas razonables pero que no podemos descifrar del todo.
Les digo emocionado que como están y me contestan algo así como que están ensayando. Que no consiguen minutar las pistas y que siempre hay un delay de unos minisegundos en ese 'daw' prehistórico de 'audacity'. Contengo la emoción porque dentro de ese trabajo aparentemente frustrante no saben que están siendo jodidamente felices.
Yo me muevo despacio, pongo cara de poker aunque amable y paladeo los momentos que hace muchísimos años que no vivo. El olor a guitarra desenfundada, a madera, a conservantes de la humedad. El tacto de mástiles limpios (siempre mas los del loco del tejado que del dvuende) y cuerdas cambiadas hace tres días. Y unas cuantas tablaturas.
La sesión transcurre y la pregunta (que no recuerdo quien formuló) parecía obligatoria aunque ya me pillaba con la guardia baja '¿Habéis tocado fuera o solo en España?'
Y me senté y dejé las lágrimas salir mientras echaba mentalmente la cuenta '2023-2010= 13... hacía trece años ahora' 
Puse la excusa de que me tenía que ir. Les di un abrazo apretado y me volví otra vez al cajón desordenado de ciertos logros sin sentido que es mi vida. 
Logros por supuesto desde la madurez. Mediocredades con cierto brillo pero mediocridades al fin y al cabo. ¿El estar más próximo a la realidad las dota de un carácter más positivo? 
Tengo que dejar de escribir de momento, tengo cosas que hacer.

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