Tengo A Miedo.
En
una casa de piedra con tejado de paja, situado en un claro de un bosque
a unos kilometros del pueblo mas cercano habita una persona como otra
cualquiera.
En su cabaña, junto con él, comparte la morada una fiera
que es visceralidad pura. Durante muchos años, el habitante de esta
cabaña ha cerrado la puerta y atrancado las ventanas por la noche; desde
fuera, en la oscuridad, la muerte tocaba por fuera de la casa y cuanto
mas apuntalaba la persona puertas y ventanas, mas evidente se hacia tan
extraña y siniestra llamada.
la casa permanecia en penumbra y la
fiera acostumbrabra a esconderse entre las sombras a las que la persona
no tenia acceso con su vista.
de vez en cuando, salia de su guarida y ponia la casa patas arriba.
la
persona, se avergonzaba de ello y seguia haciendo su vida como si no
pasara nada; negaba el hecho de que en su propia casa habitaba un ser
que el mismo no era capaz de echar.
a veces lo habia intentado, pero
en tales ocasiones habia sido peor, puesto que la fiera se habia vuelto
contra el con mayor virulencia.
acorralado hogaño por las amenazas de
la muerte fuera y por la intranquilidad que le producia la preocupacion
de una nueva manifestacion de dicha bestia; la persona se derrumba para
levantarse al dia siguiente y decide que no tiene sentido vivir así; ha
de enfrentar su poblema.
decide pues en los dias sucesivos, darle el
reconocimiento a la bestia que habita consigo, aunque nunca la ha
lograd ver claramente.
la bestia recela, puesto que cuando se ha
topado con el habitante de la casa, este la ha espantado de malas
maneras y nunca la ha tenido en cuenta; detestaba se avergonzaba de
dicha criatura... la odiaba.
poco a poco, va levantando algunas de
las barricadas que habia pusto para separarse de las zonas en que la
bestia solia ocultarse...
le comenzo a dejar comida cerca, reconociendo así la existencia de la bestia; y no solo eso...
habiendo cambiado totalmente su actitud.
la
bestia recela, y la persona esta muerta de miedo, pues nunca habia
enfrentado al animal salvaje que representaba la maxima expresion de sus
temores. pese a todo, poco a poco, no sin desbarajustes y situaciones
delicadas; la persona consigue conocer a dicho animal.
Al aportarle respeto; ahora el animal respeta al inqulino y poco a poco se va forjando una relacion.
EL inquilino saca a pasear a la bestia, para que se desfogue y corretée por fuera de la casa;
luego,
por la noche. no precisa que cierre las ventanas y la puerta; el aire
puede correr y ventilar la casa porque si se aproxima la muerte; la
bestia gruñe y ladra y la mantiene a raya.
Cuando salen de paseo; la
bestia va previniendo a la persona de los peligros que a su juicio
representan una amenaza. La persona los observa y en ocasiones, elabora
estrategias para enfrentarse a ellos.
La bestia se agita ante el
fuego, pero la persona le enseña que puede controlarlo; de esta manera,
va aprendiendo la bestia de la persona y la persona confia en la bestia;
es una confianza mutua.
Es una simbiosis en que ambos van aprendiendo y así, creciendo.
Un dia la persona puso nombre a la bestia para reconocerla plenamente.
Su nombre es Miedo.
Ahora, la persona no tiene miedo; tiene a Miedo. Y todos tenemos una bestia asi; el que diga que no, sencillamente miente.
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