viernes, 13 de septiembre de 2019

Estratega emocional, campaña 1

Hace tiempo soñé con Vir. También soñé con J? y con Debo.
Con Debo soñé hará 3 dias, me levanté y escribí la anterior entrada.
Hoy... casi de un modo azaroso estoy intentando estudiar (en realidad llevo 2 o 3 dias así) y no me termino de concentrar.


'Estratega emocional parte 1'

Las lluvias torrenciales han traído la alerta roja a esta región de secano donde cualquier vendedor de paraguas arruinaría el negocio.
Esta tarde las noticias decian que sería preciso evacuar tres pequeños pueblos aledaños a Santomera, por una desafortunada rotura de un canal (realizado con la adecuada previsión de diseño para romperse en el momento propicio)
Mandé un audio a una amiga común para que pusiera a Vir sobre aviso, debido a la proximidad de su pueblo pero me tranquilizó de un modo escueto.

Hoy especialmente he sido consciente de un momento particular en una ruptura.
Cuando se rompen las relaciones o se dejan por propia iniciativa generalmente el detonante se acompaña de una llamada al orgullo y una buena dosis de enfado. Es necesario mantener una importante determinación cuando sobre todo se ha querido profudamente a esa otra pesona.
Adiciono una nota importante, excusando que aunque esquematizo el anterior párrafo con la precision de un cirujano, en el momento de la verdad uno se halla bastante solo, contrariado, inseguro y triste. Entendiendo ese concepto de 'horrocrux' de Rowling que en ocasiones hace referencia a matar algo de uno mismo.
Ha sido por lo menos con J y con Vir, especialmente con Vir; cuando sentí que lo que teníamos podía seguir viviendo pero como un paciente permanentemente ingresado, aunque probablemente feliz. Pero no se porqué no quise. A día de hoy me lo sigo preguntando, me pregunto si hubieramos podido ser felices los dos a pesar de todo.

Como decía una dosis de rabia y orgullo se hacen imprescindibles como proceso oponente para pasar por un trago muy dificil. Y dicho proceso se opone a algo que no se deja matar y de hecho, es muy raro que muera.
Ese algo, puede ser espantado durante algún tiempo pero cuando ha sido de verdad (al menos en mi... dudo seriamente si en las mujeres en general esto es capaz de dilapidarse con una precisión tan siniestra que asusta) tiende a volver de vez en cuando imprevisiblemente, a veces cuando se le da pié con cuestiones insignificantes.

Y es lo que quizás me ocurre estos dias previos también a (por segunda vez) selectividad.
Me gustaría que me diera esos consejos que me daba cuando empezabamos a estudiar juntos y no sabia si quería o nó. Me fascinaba su curiosidad y me apasionaban sus manías particulares a la hora de afrontar algunas materias.

Alguna vez he traido a la memoria episodios dulces y es preciso darse cuenta de que esa persona ya no existe. O no del mismo modo. Resulta un pago bastante duro que quizas solo puede paliarse con actividades amigas de la virilidad como el trabajo, unas buenas cervezas con amigos, un ligue, un pique con el coche... temas que distraigan la mente y nos acerquen a nuestros instintos.
El único reducto de una soledad a veces demasiado cruel es pensar que se hace lo correcto.

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