Stalkeando durante unos sanos minutos el perfil de una chica de madre rumana con quien tuve un intenso pero breve romance en el seno del 15M Madrileño, me he dado cuenta mientras escucho 'La vida mágica, ay si' de los Jaivas que para algunas personas la revolución era una moda.
La revolución para mi no implica necesariamente violencia o empleo de fuerza. Implica progreso, implica superarse a uno mismo y poner el plano psicológico en el orden principal de las direcciones hacia las cuales tender siempre que sea posible.
Implica la música, y eso prevalece a las melenas y perfumes que hayan acompañado una noche única de concierto. Implica el hippismo como una consecuencia natural; como una revisión de nuestras tendencias instintivas naturales hacia la agresividad, los celos, la competitividad, la envidia, el miedo... no como una apología de la drogadicción. Del mismo modo que el anarquismo no es la caótica arbitrariedad sino el compromiso de crear una ley común no escrita.
Para mi la revolución y ser de izquierdas es una cuestión de 'locus de control'.
Todos tenemos problemas y es importante entender de quien es cuestión de resolver el problema. Si es un problema de uno que tiene uno que resolverse mediante un locus de control interno o es un problema social, y la sociedad tiene que ser modificada para amoldarse a uno, existiendo un locus de control externo.
Esto desde mi punto de vista genera muchas veces una 'falsa izquierda' que queda plasmada en esa canción de Rosendo ('de que vas') que dice 'confundes "marginal" con "nunca me dan lo que yo quiero" ' y que creo que queda plasmado en el clima político nacional actual:
- Es que me agobio, la culpa es de la sociedad que no asume mi neurodivergencia y mi singularidad-.
... Es que quizas para todo el mundo reviste una cierta dificultad el insertarse de un modo minimamente funcional en la sociedad y ello implica un cierto esfuerzo en función de una ligera adaptación que debe de llevar uno a cabo; siendo esta la prioridad aunque secundariamente sea un cambio social...
Y suma y sigue... feminísmo de genero... independentismo... etc... para mi, es una tergiversación de lo que es la izquierda y que a dia de hoy, ni está ni se le espera...
Decía que me disperso... que para los cobardes como yo, la unica solución digna es intentar ser valientes... y que para ello hay que ser revolucionario. Y hay quienes se han cruzado pero no enlazado en el camino; aquellos y sobre todo aquellas para quienes la revolución fue una moda, la izquierda un complemento de maquillaje y la rebeldía un romance de una noche. Y en esto, querido lector... siempre estuve solo.
Lo cual no quiere decir que no me sienta acompañado en otra muy importante cantidad de aspectos; pero es verdad que hay quien viene, baila y se va.
Y aunque al principio pueda parecer extraño, bailar solo muchas veces mola.
PD: Y marcarse un trio con el sentido puede molar también, pero el sentido al final es de uno y de nadie más...
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