Alguna chicharra (o cigarra) rebelde insiste potencialmente fastidiarme la siesta a pesar de la llovizna de septiembre. Le recuerdo amablemente con una zapatilla lanzada al arbol de donde proviene su melodía que prefiero descansar un poco.
Ayer de vuelta a casa le comentaba a un amigo que desde que tenía memoria una especie de sensación de tensión me acompañaba.
Siempre la he tenido... una especie de sensación de inquietud.
Extraño curso el que encaro
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