Esta es una entrada bastante diluida. Este tipo de entradas que entran cuando se esta a punto de pegar el ojo. "Mañana la escribo" y la escribo pasado.
Sucedió hace unos dias que tomando unas cervezas, despidiéndonos de un compañero de piso nos contó que había estado en la carcel.
No tiene más trascendencia de la de haber estado viviendo con un expresidiario.
De un tiempo a esta parte me bombardean la cabeza algunas dudas.
En el transcurso de mi vida de infante en las "Escuelas Nuevas" (antiguamente llamado por este pais de poso falangista "Jose Antonio Primo de Rivera") tenia amigos con los que compartiamos la impresión de que las vallas eran muy altas.
"Señor por favor, nos pasa la pelota?!" gritabamos a los viandantes cuando de un puntapié el esferico rebasaba la valla.
Ya no nos parece tan alta.
Los recuerdos quizas un poco deformados por el paso del tiempo jamás me han abandonado y muchos de ellos no han perdido la intensidad.
Ni de las mesas, ni de los encerados (porque ahora se llaman pizarras pero aquello eran encerados)
El olor a las cajas de carton que contenian aquellos aparatos de poner LPs o "casettes" a por los cuales, el que mejor se habia portado mandaba el profesor.
Entraba así el elegido en la cabina de madera acristalada de conserjeria y el amable "Don Andres" le obsequiaba con un cacharro mas grande que la altura del niño que lo portaba y un peso similar.
Odiaba el comedor... era una pesadilla y odiaba a la profesora de matemáticas que era un ogro chillon que nos doblaba en altura a pesar de no rebasar el metro cincuenta.
La clave para rebajar mi angustia pasaba por hacer caso a la estrategia bélica de mi madre. "Si no puedes con tu enemigo aliate con él". Claro que a un niño de cinco años le asertan para que diga "Buenos dias Doña Paquita".
Todos los profesores eran "Don" o "Doña".
A pesar de ser un colegio público, ese caldo de la España profunda. Un respeto exacerbado a los profesores (que hoy en dia echo de menos en cierto modo); un olor a radiadores, bocadillos, tizas. Mocos y 'babis' en los primeros cursos y sudor en los ultimos. Sonidos de zapatos en el duro suelo; escaleras con escalones gris oscuro, de poca altura y canto romo. Barandillas verdes. Aulas de musica en el entresuelo, azulejo verde claro a un metro de altura en la parte inferior de la blanca pared. Puertas acristaladas de un amplio comedor en el medio de dos grandes alas. Y tres patios de juego. El patio de atras, el patio de arriba y el patio de alante.
Yo, en mis primeros años pasaba los recreos buscando "oro". Una exclusiva tierra de un color singularmente amarillo que solo se encontraba en determinados emplazamientos del patio de arriba, que era de tierra.
Otro pasatiempo era admirarnos de como los conductores de autobus en un espacio infimo y con una pericia que hacia a todos los infantes admirar; conseguian encajonar los grandes autobuses en una cochera que habia en la acera de enfrente de uno de los lados del colegio. En tres sencillas maniobras las paredes y el techo del autobus pasaban a escasos centimetros de los largueros de la puerta de la cochera de autobuses "Costa Calida" que tenian un característico dibujo.
Otro dia aumentaré la descripcion de mi colegio... pido perdon por mi diserto.
Un dia mi amigo Emilio, quien junto con Francisco Garnés y Antonio Miguel, Antonio Lopez y Jose María era de mis mejores amigo (además junto con Garnés de un avanzado alumno en kárate)
Apareció llorando porque Santiago (o "dumbo") le había pegado.
A mi aquella escena me sobrecogió; yo que tendía a mediar en cualquier pelea potencial que fuera a ocurrir.
Y sin pensarlo demasiado en el momento en que vi aparecer a "dumbo" no tuve otra cosa que llamarle orejón.
No tardé ni un segundo a estar con la espalda tocando el suelo y con el puto Santiago sobre mi. No me pegó porque no quiso.
Hace un par de meses que mi amigo volvió de Afganistan, donde había ido voluntario.
Un amigo mio de la infancia ahora es un militar curtido en el campo de batalla en un pais hostil a miles de quilometros de su casa.
Ambos habiamos jugado muchas veces al futbol y tomabamos parte de clases de karate en nuestra infancia (el era mucho mejor que yo, todo sea dicho), aunque al futbol no habia mejor portero que quien escribe y hasta el ultimo año fui vitoreado por mi excelente habilidad bajo los tres palos.
Vicente, otro grán amigo del instituto; un chaval que se parecía asombrosamente a mí. Muy elegante, algo más fuerte que yo y muy simpático compartía conmigo las clases de ESO y Bachiller en el grandísimo instituto Alquibla de La Alberca.
Jugabamos a balonmano, nos reiamos de algun profesor que estaba 'chalado' y evaluabamos con una sensibilidad y una precisión asombrosa las novedades que la pubertad traian al cuerpo de algunas de nuestras compañeras. No me equivoco diciendo que en mi vida hubiera tenido mayor apetito sexual de haber tenido la oportunidad. Estábamos salidísimos pero nuestra líbido dificilmente podía dejar de separarse de unos instintos amorosos platónicos en que no podiamos concebir que esas mujeres inteligentes (unas mas que otras) y de unas figuras que hacian temblar; pudieran ser arrobadas por muchachos macarras, musculosos e imbéciles. E inclusive, que tuvieran ganas de follar !!.
Si... de hecho no fue hasta hace tampoco mucho que yo y algunos otros colegas hemos descubierto, camino de los treinta de que si... hay mujeres que les gustan los penes. Más que a un tonto un lapiz.
Vicente, con quien discutia y estudiaba apasionadamente historia y fué grán amigo mio creo que ha promocionado en la escala de oficiales de La Legión. Nada más y nada menos.
Hace poco más de un año que este tipo de cuestiones me llaman la atención.
Eran chicos como yo; en algunos aspectos eramos gotas de agua. Teniamos las mismas preocupaciones, los mismos miedos, deseos similares. Eramos igual de valientes casi, en algunos aspectos yo más, aunque siempre he sido muy miedoso y 'antisocial'.
Y miralos... uno de vuelta de Afganistan, y otro en La Legion...
Nunca jamás en mi vida he creido que la guerra fuera necesaria, ni siquiera pensaba que el ejercito era necesario.
Los policias y los militares eran gente idiota, que usaba la fuerza bruta y que disparaban porque no habian leido lo suficiente y no se esforzaban como yo.
Sin embargo de un tiempo a esta parte el hecho de que la guerra y la violencia en el ser humano es algo practicamente inevitable se me ha hecho demasiado presente. Me cuesta trabajo hacerme con esto.
'Perro de agua' era como llamaban los demás reclusos a mi compañero de piso. Es un sinvergüenza y por una especie de error de papeleo entró a la carcel por pegarle a un chaval y robarle el movil.
'Lo posible' de este mundo. El 'universo de posibilidades' de este mundo no lo entiendo. No se qué compras y que recibos hay que pagar en la vida. A veces me pregunto si no puedo pagar cuentas de antemano.
De todas maneras... es un asunto mas confuso y mas interesante de lo que parece. Aunque a veces me hace trizas.
Algunos de mis compañeros un razonamiento demasiado similar como para ser casualidad pero debido a causas diferentes.
Hay cosas a las que simplemente no logro hacerme a la idea, como la muerte o ciertos sufrimientos. No se como viven las personas en el mundo de hoy en día.
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